Digamos que la susceptibilidad anda en su tope máximo últimamente, así porque si, por momentos siento ganas de llorar. A veces cuando me despierto, otras cuando duermo, o por lo menos cuando intento hacerlo. Se me cruzan los pensamientos, los personajes, los momentos, es como un merengue importante de cosas. Si me pongo a hacer una lista de las cuestiones que rondan por mi cabeza puede que no termine más ¿quien soy? ¿qué quiero?, ¿a donde voy?... puff, interminables cuestiones, interminables dudas.
Pese a todo esto mantengo la calma, trato de no desesperar. Respiro hondo, me armo de paciencia. Me desespera esperar, pero no espero, ya no. Estoy tratando de acomodar ciertas cuestiones, pero también veo como mientras acomodo algunas cosas, otras se desacomodan y es como la rueda sin fin. Pero bueno, como decía a no desesperar, tiempo al tiempo.
Que se me pinte una sonrisa, que se me borren las lagrimas, eso quiero lograr!
Pero esquivando las cosas no se llega a nada. Dicen...
ResponderEliminarRespirar hondo.. Tantas veces saqué lo mejor de ahí.
ResponderEliminarSi te propones poner fin a las lágrimas...lo conseguirás...es una cuestión de querer estar bien...
ResponderEliminarsi tienes que llorar...hazlo hasta que no te salgan lagrimas...y al otro día haces borron y cuenta nueva...
saludos
http://obsesionbendita.blogspot.com/
Mucha suerte con eso, si lograste no desesperarte, te felicito.
ResponderEliminarcatarsis...
ResponderEliminarTranquila, relajaaate :) La desesperación es el último paso!
ResponderEliminarSaludos!!
http://paradoenelabismo.blogspot.com